lunes, 3 de marzo de 2014

Exclusiva con R Marcos Mota



    
 

BIENVENIDAS entidades culturosas, en este lugar, con ánimo de trascender lo físico como si fuéramos artistas vascas, vamos a pegar un repaso a los participantes de la cultura occidental más excelsa y refinada. Nuestra primera invitada se define a sí misma como una “travesti cutre”. En sus acciones, objetos y dibujos, extrapola los códigos políticos y travestis allende la apariencia trans-aspirencial operando en el espectador una graciosa reasignación Kinder Sorpresa. 

     R Marcos Mota, poseída por el espíritu de la sencillez en El Palomar, proyecto que construye con Mario Páez. Foto: Miquel Gil.


Bienvenida, R. Marcos Mota.
Me llama la atención dos de tus primeras obras. Un charco de leche condensada en el suelo que ocupaba la superficie de una cama de matrimonio. Conforme pasaban los días se convertía en una lámina de piel humana. En una pared próxima, un anillo formado por moscas copulando hasta el infinito. ¿Qué nos querías decir? Habla, Rafa, sin miedo. Adelante.

-Por aquél entonces estaba conciliándome con el muermo del conceptualismo de cubo blanco. Así que retorcí mi cerebro para entrar en eso sin perder el norte. Decidí usar elementos orgánicos que estéticamente encajaban en ese microclima -todo muy en blanco y negro- pero que no dejaban de ser en parte insurrecto, nauseabundo. Todo muy povera. Las travestis por lo general somos poveras, sabrás, al no tener acceso al sistema laboral; menos aún si no seguimos un planning clínico de reasignación. Las moscas estaban en círculo, haciéndose un cunnilingus grupal; todo el mundo hacía cosas geométricas, todo parecía muy circular… más tarde se vio que el círculo del que todo el mundo hablaba en realidad era una espiral de detritus y bla bla bla, pero ese es otro tema. La leche condensada se usa en películas porno como semen falso. Esa suplantación me parecía interesante y usé la materia para representar dos camas separadas, o nichos, abandonados en el suelo de la sala expositiva. Entonces nadie advirtió mi insistencia en lo pornográfico en ese ambiente. Era demasiado sutil como para que nadie hablase de sus vivencias más íntimas. Había gente más explícita, pero también más plana y straight. Eso sí podía articularse en voz alta, con un discurso muy embellecido de cero compromiso.



Repasando la cronología de tus obras, has hecho otras alegorías del amor y la muerte, que transitan de la verticalidad al suelo expositivo. Cenizas esparcidas, velas derretidas, colillas y una top-model en silla de ruedas. ¿Voy bien, o estoy quedando como una cateta?

-No temas a inventarme querida. El amor y la muerte era lo de menos. No soy tan romántica, aunque jugaba con presentarme como una travesti con sentimientos… por algo tienes que empezar cuando en la universidad comienzas a ir entaconada y enseñando el hámster bajo la minifalda. Hacía mis rituales posmodernos. Era mi vudú personal a la institución. Quemaba velas esotéricas ordenadas en color como la bandera LGTB. Guardaba todas las colillas de Nobel que me fumaba en el taller y las escondía por los rincones. También las escaneé dibujando falos. Puse a prueba el compromiso del profesorado con los servicios de limpieza dejando cenizas humanas en el suelo. Los dibujos de la top-model entaconada en silla de ruedas es una erotización irónica de la diversidad funcional un par de años antes de que Terre Thaemlitz hablase de juegos paralímpicos y Beto Preciado hablase de alianzas crip-queer. Judith Butler ya estaba trabajando como corresponsal en la organización de los derechos humanos, hablando de la autogestión como algo comunitario; pero yo no lo sabía. Ahora Post-Op está trabajando con Yes We Fuck. Su proyecto es muy prometedor. Quimera Rosa también están desarrollando trabajos que me tienen cautivada.




Te fascina Sara Montiel, Manuela Trasobares, Carmen de Mairena… La mujer como construcción es una idea vernácula en tu quehacer. ¿El arte encuentra su medio idóneo en el ensayo de la cotidianeidad? ¿Es la vida en sí un travestismo?

-Mi diseñador favorito es Misha Koptev, ukraniano (http://prokuratura.org.ua/?p=13032). El futuro es mamarracho. Ejemplos como Willow Smith, Kalina de Bulgaria o Brigitte Baptiste dan fe. Todo conocimiento es una construcción. “La mujer como construcción” no es más que decir que el feminismo puede y debe resolver muchos asuntos. Mi voto al feminismo solo es como posfeminista, como crip, menor de edad, geriátrico, comunal, organizado, loca, trash, queer, cutre, folk, pop, postpunk, postparto, proaborto, 3D, ecosalvaje, alegal, distópico, inhumano, migrante, multilanguage. Para mí el travestismo no es más que un portal a través del que conciliar estos estados o situaciones.

                                        
                                         Virgen de Montserrat Style

                                        
                                          Grace Kelly Style                                        
 
Hitachi Platara Style, o karaoke con Pilar Colomer.
 

 ¿Crees que The New Flesh ha alcanzado su zénit en el quirófano?

-El quirófano es una biblioteca más.

¿Quién es más travesti, Muamar el Gadaffi  o Ana Botella?  

-La reina Sofía, que además de reptiliana es reina e illuminati.





En La Capella Bcn realizaste el performance “Lanzar un travesti al espacio” vestida de reptil. ¿Cómo imaginas tu participación en Gravity o en Jurasic Park?

-Como croma temporal bidireccional; bien puta.



Tienes un abrigo de pelo de gorila, uno de oso polar y, en definitiva, una gran fauna metida en el armario. Los ecologistas te llaman asesina pero para mí eres una Mater Natura. Quizás esas bestias se alimentarían de tu cuerpo recomponiendo las moléculas del cosmos. ¿No? 

-Creo importante prestar atención a las genealogías de los procesos de legitimación humana. En esa cadena de negociaciones tecno-culturales, por ejemplo y como fetichista me llama la atención el caso de los abrigos de piel: épica viril exótica del sacrificio animal taxidermizado y moldeado en capas trofeo/de estatus entregadas como obsequio/low tech al cuerpo femenino. Desde principios de siglo pasado hasta mitad del mismo, los travestis MtF occidentales se han servido de los abrigos y apliques de piel animal para camuflarse como mujeres de estatus. Museo de ciencias naturales viviente, reflejo de un periodo de guerras explícitas.
Hoy, todo mucho más aséptico, el cuerpo travesti ya no es peludo sino rasurado. Como la mujer, sirve de pantalla donde proyectar/emitir mensajes; pantalla táctil, a ser posible.
Mis abrigos de lujo adquiridos como saldos me sirven de testigo. Estoy planeando su venganza zombie.

¿Qué te gustaría hacer en El Corte Inglés? ¿Y en IKEA?

-Sellar las salidas de ambos laberintos comerciales para condenar a los consumidores a la euforia eterna.

Define con una palabra a los siguientes artistas:

Lorenzo Quinn - MDMA
Maligna Abramóvil -
Yo Koño  - perchero
Blanca Cuesta - Tita Thyssen
Rouco Varela - cáncamo
Miley Cyrus - Tumblr
Dokoupil - paella
Alaska y Mario - self-service
Michael Jackson - Liz Taylor
Antonio López - Karl Marx






2 comentarios:

  1. No encuentro el equilibrio ni tumbado en el suelo después de tan sabias y refinadas reflexiones. Recibe mi más sincero hurra.

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